Y LA VIENEN REMANDO HACE RATO

Cuenta que un ítalo parlante acovachó madera del barco partido e hizo una especie de vivienda para albergar a la terrible banda de forajidos, plantándole árboles y creando un singular rectángulo enterrado en la parte inferior de los dos lados más cortos, sosteniendo en ellos las redes de pesca, escultura que llamó "Portal" o "Arco" en honor a sus antepasados romanos y encomendó a dos marineros que se convirtieran en Porteros o Protectores de los Arcos y demarcó un nuevo rectángulo mayor sobre el suelo, el que se extendía desde un Arco hasta el otro, en una distancia de casi 80 metros, para que los delincuentes no salieran de allí, y éstos pateaban bolas o pelotas hechas con viejas telas de velas, intentando introducirlas en alguno de los dos Portales, y los Cuidadores o Protectores de los Arcos intentando que ese objetivo no se cumpla...


Y allí termina este relato, extraído del Diario de Don Cristóbal...
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