miércoles, 11 de julio de 2012

A ver... pará un huevo, si sos Cristóbal

Y LA VIENEN REMANDO HACE RATO


En el diario personal de Don Cristóbal Colón (ni pregunten como llegó a nuestras manos), cuenta que la embarcación denominada La Niña era tripulada por treinta y pico marineros liberados de las peores prisiones de la Madre Patria, narrando como debido a una fuerte tormenta, la embarcación pierde el rumbo encallando en una blanca bahía, donde las esporas eran parte del paisaje y los verdes campitos una tentación para los más bajos instintos. Allí se asentó la pior calaña de la Europa del 1500.
Cuenta que un ítalo parlante acovachó madera del barco partido e hizo una especie de vivienda para albergar a la terrible banda de forajidos, plantándole árboles y creando un singular rectángulo enterrado en la parte inferior de los dos lados más cortos, sosteniendo en ellos las redes de pesca, escultura que llamó "Portal" o "Arco" en honor a sus antepasados romanos y encomendó a dos marineros que se convirtieran en Porteros o Protectores de los Arcos y demarcó un nuevo rectángulo mayor sobre el suelo, el que se extendía desde un Arco hasta el otro, en una distancia de casi 80 metros, para que los delincuentes no salieran de allí, y éstos pateaban bolas o pelotas hechas con viejas telas de velas, intentando introducirlas en alguno de los dos Portales, y los Cuidadores o Protectores de los Arcos intentando que ese objetivo no se cumpla...
Cuando este hecho era inevitado y se consumaba la acción introductoria, el grupo al que se le había mancillado su Arco, recurría a las espadas y los mosquetes para vengar el honor dañado,... razón por la cual debió mediar un habitante autóctono del lugar, convirtiéndose en Juez honorario, más a pesar de haberse ganado en seguridad... se perdió en espontaneidad y algo de espíritu...
Y allí termina este relato, extraído del Diario de Don Cristóbal...




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